Celebrando el mal comportamiento
Como padres, a diario lidiamos con la conducta de nuestros hijos, incluyendo su mal comportamiento. Desde un inicio aprendes sobre los aspectos positivos de nuestro ser querido, esos pequeños destellos de Luz que llenan nuestros corazones y nos hacen sentir orgullosos y llenos de esperanza por ellos. Cada vez que nuestros niños son amables, compasivos, que piensan en otros antes que en ellos mismos o simplemente dicen algo espiritualmente profundo, nos emocionamos porque sabemos que “lo entendieron”. Por el otro lado, también vemos sus debilidades y aspectos negativos, instantes de egoísmo, cuando menosprecian a su hermano, son irrespetuosos o se llenan de ira, cuando culpan a otros o dudan de sí mismos. No nos gustan esos momentos. Incluso podríamos molestarnos mucho, decepcionarnos o sentirnos temerosos por su futuro. Puede que nos sintamos culpables y pensemos, ¿Qué hice mal?
Para poner todo esto en perspectiva, debemos recordar la ley espiritual básica que enseñamos en Espiritualidad para Niños: Nuestra Voz del Oponente nos da la oportunidad de superar nuestro egoísmo y ganar el juego de la vida. (Lección 5)
Si cada vez que nuestros niños se expresan de forma negativa, recordamos esta ley, vamos a saltar de alegría: “¡Sí! Otra oportunidad para mi hijo de superarse y evolucionar”. Debemos de estar agradecidos por la negatividad de nuestros niños. Parece una locura, pero es ahí es donde se encuentra su Luz y verdadero potencial.
Si empezamos a ver el mal comportamiento de esta forma, podemos enseñar a nuestros niños una gran lección sobre el juicio. Es muy fácil ser reactivos y críticos cuando alguien está “escuchando su Voz del Oponente”, pero si entendemos que esto es parte de crecer y de jugar el juego de la vida, actuaríamos con más compasión y seríamos simpatizantes de nuestros hijos en vez de ser sus jueces.
Cuanto mayor es el reto, mayor es la Luz que podemos mostrar.
Imagina que estás empezando a aprender como jugar ajedrez. Empezarás jugando contra principiantes. Pero conforme pasa el tiempo y mejoras tus habilidades, tendrás un Oponente más fuerte contra quien jugar. Y necesitarás utilizar más herramientas y trucos para vencerlo y ganar el juego.
Lo mismo ocurre en la vida: Mientras más grandes y sabios se vuelven nuestros hijos, más grande y sabio se vuelve su Oponente.
Nosotros, los padres, podemos ayudar a nuestros niños de las siguientes maneras:
Hacerlos sentir que entendemos por lo que están pasando
Comunicarles que estamos aquí para ayudarlos y no para juzgarlos
Proporcionarles las herramientas espirituales necesarias para superar los trucos del Oponente
“La gente se pregunta por qué debe existir la negatividad. Porque sólo a través de la transformación de nuestra negatividad personal podemos llenarnos de Luz”. -Karen Berg