¿Qué es lo que tus hijos obtienen de ti?
Todos nosotros experimentamos cómo nuestros niños y adolescentes presionan nuestros puntos débiles pero algunas veces nos sentimos realmente sorprendidos por las emociones que despiertan en nosotros: "¡Me hizo enojar tanto!", "¡Ella me hizo perder la paciencia!", "Ellos sacan lo peor de mí, así que les pegué!" y mucho más.
Seamos realistas... ¿Aceptaríamos estas excusas si nuestros hijos nos las dieran? Sin embargo, creemos que estas emociones negativas que sentimos al interactuar con nuestros hijos son provocadas por el comportamiento de ellos. Tal vez hoy sea un buen momento de mirarnos en el espejo.
Yo continuamente afirmo que la paternidad es una de las oportunidades más únicas para que nosotros podamos crecer y evolucionar espiritualmente. La relación entre un padre y un hijo es como ninguna otra relación; en el camino de la paternidad podemos averiguar cosas sobre nosotros mismos que no sabíamos que existieran. Pero recientemente alcancé un nuevo nivel de comprensión acerca de esto.
Estaba escuchando una de las platicas de Wayne Dyer y usó una analogía que claramente explica el punto a donde quiero llegar:
Cuando tu exprimes una naranja, lo que sale es jugo de naranja - porque eso es lo que está dentro. Cuando te presionan, lo que sale es lo que está dentro. – Wayne Dyer
Ira, maldad, crítica, celos, control y violencia no salen de nosotros por causa de nuestros hijos. Estas cosas salen de nosotros cuando nos relacionamos con nuestros hijos, porque ya existían en nosotros — llevan allí desde el principio, incluso antes de que tuviéramos hijos. Esto es tener plena consciencia.
No importa que tan fuertemente exprimas una naranja, no saldrá jugo de limón. Asimismo, si yo me enojo con mi hijo es porque tengo ira en mí. Por lo tanto, si quiero dejar de estar enfadada con mi hijo, simplemente no debo pretender cambiar su comportamiento, necesito trabajar en mi ira. Tengo que cambiarme a mi misma.
Si no nos gusta lo que nuestros hijos hacen que salga de nosotros, tal vez es hora de hacer un trabajo de introspección , con la ayuda de un maestro espiritual, mentor, amigo o un libro que nos ayude a transformar lo que queremos cambiar de nosotros mismos.