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Al aprender y explorar principios universales, los niños empiezan a entender que sin importar las circunstancias en las que se encuentren, pueden contar con su poder interior para mejorar sus vidas. Los Programas desarrollan un sano sentido de la autoestima, mientras que promueve y profundiza el deseo de compartir y contribuir al mejoramiento de la sociedad y brindan un vocabulario compartido para padres y educadores para utilizarlo en la rutina diaria.

 

Los niños serán capaces de mejorar sus relaciones y de convertirse en adultos más resilientes, responsables y proactivos, ya que se promueven habilidades sociales claves como son:

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• Capacidad de resolver problemas: comprendiendo la causa y el efecto y previendo las consecuencias de sus acciones.

• Autoestima y sentido de autonomía: el poder de hacer un impacto en el nivel de felicidad y de satisfacción que traen a sus vidas al tomar decisiones acertadas.

• Habilidades de convivencia social: tener la capacidad de ver y sentir la perspectiva de otra persona (empatía), compartir y ser tolerante con los demás y ocuparse de otros.

• Sentido de dirección: conocer su propósito en la vida ayuda a los niños a desarrollar su potencial inherente y les permite compartir con la comunidad y con el mundo que les rodea. Estas habilidades cuando se desarrollan y practican, fortalecen la resiliencia en los niños.

 

Los Programas fueron creados por profesionales de la educación y diseñados para satisfacer las necesidades didácticas de cada estudiante, ya que abarca diferentes estilos de aprendizaje, como el visual, kinestésico y auditivo. Los niños disfrutan de juegos y proyectos de artes que también les ayudan a aprender. Las clases se desarrollan a través de un proceso estructurado, lo cual les permite tener un nivel más alto de pensamiento y análisis que podrán aplicar a lo largo de su vida. 
 

Están dirigidos para niños entre 8 y 12 años, y promueven el Aprendizaje Socioemocional y de forma intuitiva, práctica y objetiva, el despertar de la conciencia individual, de tal forma que el niño incorpore valores universales como: tolerancia, respeto, cooperación, responsabilidad, solidaridad y dignidad humana, entre otros.